Páginas

domingo, 24 de marzo de 2013

Sobras de ganaché o un brownie delicioso

Que sí, que sí...

Sobras de ganaché de chocolate.


De una de las tartas que hice (y que ya pondré el post pirata), me sobró bastante ganaché de chocolate de la cobertura. Y sí... sé que podría habérmelo comido a cucharadas, untado en pan, en galletas, haber hecho trufas... lo sé... 

Pero se me ocurrió aprovecharlo e intentar hacer esta receta añadiendo algunos ingredientes más y, lo que podría haber sido una merienda sólo para uno (je, je...), se convirtió en un delicioso brownie para seis personas (o cuatro muy golosas). 

¡Comenzamos!

INGREDIENTES:

 
- 180 g de ganaché de chocolate negro (o, en su defecto, derrite y mezcla 90 g de chocolate en 90 ml de nata líquida muy caliente y deja enfriar -¡ya tienes el ganaché!-)

- 4 ó 5 nueces peladas, un poco a tu gusto (o puedes no echarlas, o sustituirlas por avellanas, almendras, arándanos secos, etc...)

- 25 g de harina.

- 1/4 de cucharadita de levadura química en polvo.

- 10 g de cacao amargo en polvo.

- 25 g de mantequilla sin sal.

- 20 g de gotas de chocolate negro.

- 50 g de azúcar moreno.

- 1/2 cucharadita de esencia de vainilla.

- 2 huevos tamaño L.


PREPARACIÓN:
Precalentamos el horno a 170 º, con calor arriba y abajo y sin ventilador.

Mezclamos los huevos con el azúcar hasta que blanqueen, estén bien integrados y muy espumosos.


Derretimos la mantequilla, se la añadimos al ganaché y mezclamos bien. Quedará como una crema.


Cambiamos las varillas por una espátula y echamos esta crema de chocolate a la masa, mezclando con movimientos suaves y envolventes. Seguidamente, echamos la esencia de vainilla.


Ahora mezclamos y tamizamos los ingredientes secos (harina, levadura y cacao) y los integramos a la masa anterior.


Llegó la hora de personalizar tu brownie. Éste es el momento de añadir los trocitos que más te gusten. En mi caso: nueces y gotas de chocolate negro (y no olvides reservar unos poquitos para adornar por encima y así saber qué lleva por dentro).

Engrasamos un molde de unos 18 cm de diámetro y echamos la masa en él. En mi caso he optado por esta fuente de cerámica de horno, que me encanta, de unos 20 cm de largo por 12 de ancho. Por encima, ponemos las gotas de chocolate y nueces que habíamos reservado.



Lo introducimos en el horno unos 30 minutos. Recuerda que este dulce no debe hacerse del todo: tiene que quedar jugoso y pegajoso por dentro, con la capa crujiente de la superficie... y este quedó... ¡¡¡ÑAM!!!

 

Este era el aspecto que tenía por dentro. De los trozos que se sacaron, no tuve tiempo de hacerles foto... no me dejaron... je, je...


¡Estaba buenísimo! Y si ya lo acompañas de un buen helado (nata, vainilla, fresas,...) y salsa de chocolate... ¡pecado!

Nosotros no le echamos nada, como os he dicho, ¡¡no dio tiempo!!

¡Espero que os guste y lo hagáis!



3 comentarios:

  1. Rico, rico, rico, rico, rico, rico, rico, rico, rico... No me cansaría de decirlo, pero es que estaba muy rico, rico, rico... (y así un montón de veces...)

    ResponderEliminar
  2. Que pinta tieneeee... y nada complicado de hacer, gracias por compartir tus recetas.

    ResponderEliminar
  3. Que idea más buena para aprovechar las sobras, me gusta, lo tendré en cuenta.

    ResponderEliminar