Recuerdo perfectamente hace un año, cuando acabábamos de abrir la tienda, se acercó una señora a conocernos y a conocer la tienda.
Tuvimos una conversación muy interesante en la que, entre otras cosas, hablamos de la alergia al huevo que padecía su hijo de 14 años y los problemas que tienen en estos casos para encontrar productos adecuados. Por ejemplo, me comentó que jamás había podido comer pastel en los cumpleaños o salir a comer solo con sus amigos... Cuando tienes un hijo sin estos problemas, estos casos te parecen lejanos, y no nos damos cuenta de las dificultades que encuentran estas familias cada día.
Yo reconozco que con el tema de la alergias e intolerancias (¡No es lo mismo, ni todas son iguales!), cada vez que alguien me ha pedido en la tienda algún producto para celíacos, alérgicos al huevo, etc... al principio me veo valiente y digo que sí... pero acto seguido, tengo que decir que no. Es un asunto demasiado serio como para no pensar que existe la contaminación cruzada (las partículas de harina, se mantienen flotando en el obrador, los utensilios deben estar separados, hay que tener otras instalaciones -por muy escrupulos@ que seas en la limpieza-, etc).
Sé perfectamente lo que hay que hacer, lo que hay que sustituir o lo que hay que añadir pero, para mí lo más importante es la seguridad y la salud de esas personas y que no haya peligro para ellas. Y afortunadamente ya hay un montón de establecimientos que se dedican sólo a este tipo de productos y que cumplen todas las normas de seguridad requeridas.
Es lo que pienso.
Esa mujer se pasó el otro día por la tienda para agradecerme que fuera así de honesta aquel día y que su hijo ¡había superado la alergia! ¡Me alegré muchísimo! ¡Es un buen motivo para hacer una celebración!
Pero para aquellos que la padecéis, aquí os dejo una receta de cupcakes sin huevo, para que podáis hacerla en casa, que estoy convencida que cumplís escrupulosamente con todos los pasos a seguir para el cuidado de vuestros familiares, y con la que tenéis opción Sin Gluten:
INGREDIENTES:
Para el bizcocho:
- 100 ml de aceite de oliva suave o de girasol.
- 200 g de azúcar normal.
- 160 ml de puré o compota de manzana.
- 200 g de harina (o harina sin gluten si es tu caso).
- 12 g de levadura química (1 cucharadita y media, aprox.).
- 120 ml de leche (o leche vegetal -soja, avena, etc.-).
- Además añadí una cucharadita de canela, media de jengibre en polvo y la ralladura de medio limón, pero es opcional.
Para el frosting o crema:
- 120 g de mantequilla a temperatura ambiente.
- 200 g de icing sugar.
- 125 g de queso crema (no light) tipo philadelphia.
PROCEDIMIENTO.
(Precalentamos el horno a 180º)
1º. Mezclamos harina, levadura, canela y jenjibre y tamizamos para incorporar aire y evitar grumos. Reservamos.
2º. En un recipiente, incorporamos el aceite y el azúcar y, además la ralladura de limón, para que se mezcle bien y se potencie el aroma.
3º. Seguidamente, incorporamos el puré de manzana y mezclamos muy bien.
4º. Después añadimos la mitad de la mezcla de los ingredientes secos. Este paso procuro hacerlo a mano y justo hasta que la harina no se vea: cuánto más batamos, más duro saldrá el bizcocho.
5º. Seguidamente, echamos la leche.
6º. Echamos el resto de harina y no "sobre-batimos".
Ponemos las cápsulas de papel en el molde para hornear cupcakes (si no tenéis, ¿qué os parece utilizar unas flaneras de aluminio?) y las rellenamos algo más de la mitad. Y después de 18-20 minutos los sacamos del horno y los dejamos reposar en el molde 5 minutos para evitar que se despeguen los papelitos. Después ponedlos en una rejilla hasta que estén completamente fríos.
Uuuuuhhhhmmmm pero que rico!!
ResponderEliminarApunto la receta!
Mil gracias carmen x compartir
Besos mil